Cultivar alimentos en espacios reducidos

Un libro para hortelanos que dispongan de poco espacio y que no quieran renunciar a los placeres del autocultivo; sencillamente brillante: define el huerto o las macetas, selecciona los cultivos adecuados para cada estación y explica qué se puede obtener en cada momento.
Secuencias paso a paso para 50 hortalizas y 15 cultivos frutales en las que se expone toda la información necesaria para cuidar las plantas.
Incluye galerías de algunas estupendas variedades que nos servirán para elegir frutas y hortalizas fiables, de delicioso sabor y abundante cosecha.

Cualquiera que haya recolectado alguna vez fresas frescas sabe que es muy poco probable que la primera cosecha llegue siquiera a la cocina. Excepto los de voluntad más fuerte, todos caen en la tentación de consumirlas ahí mismo y en ese mismo instante, lo cual refleja uno de los principales motivos que nos llevan a cultivar nuestros propios alimentos: el sabor. La frescura es sinónimo de sabor; además, sacar adelante sus propios cultivos le permite recolectarlos en su punto óptimo. Si compara las habas que obtenga en su huerto con las comerciales, nunca más volverá a comprarlas. Con todo, existen muchas otras razones para cultivar nuestros propios alimentos, ya sean las relacionadas con nuestra salud y la de nuestra familia, por motivos medioambientales o por el mero placer.