Mi primera caja de Emociones

También se han estructurado de modo que los niños y las niñas puedan manipularlas activamente y sin ninguna intervención didáctica por parte de los adultos, cuya función debe limitarse a observar los emocionantes descubrimientos de los más pequeños. Con estas divertidas y participativas actividades, jugar se convertirá en una forma de aprender: los niños y las niñas, movidos por su propia curiosidad, desarrollarán la capacidad de identificar conocer y poner nombre a las emociones.

La caja contiene:

14 fichas con los materiales necesarios para jugar. Un manual que, además de una explicación de las actividades, contiene indicaciones útiles para comprender los principios  del método Montessori y aplicarlos en la vida diaria.