Lo que el viento regresó. Cuentos de Don Verídico

Autor: Juceca
Editorial: Planeta
Inventario: Hay existencias

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«Y Jelatino salió así, generoso, mano abierta, desprendido, de pretina. De bragueta ni hablar, un desquicio. Sin zafarse, eso si. Una noche llego al resorte, se lo recuerda hoy. Perfumado, iba de jarana. Con aquella tristeza allí, en las vistas. La Duvija tuvo como una inquietud, un desasosiego. Se le notó en el labio de abajo porque le parpadeaba.
Jelatino bebió, pagó y salió. Quedó una cosa flotando, como un hechizo.
La Duvija se repuso. Como al mes se repuso. El Tape Olmedo comentó: -Jelatino salió así. Y no se habló más del caso. No daba. Hay gente con una capacidad para la imaginación, que uno ni se la imagina. Gente que si no fuera por la realidad se la pasarían imaginando y vaya a saber uno dónde iríamos a parar todos, porque hay gente que si usted la deja imaginar es capaz de cualquier cosa. Lo que sea, es que se abusa mucho».